En marzo de 2006, fue convocado por la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS) un concurso restringido de ideas arquitectónicas como primer paso para la construcción de un edificio «demostrador», en el contexto de la estrategia marcada por el Proyecto Integrado I+D+i Manubuild, con financiación de la Comisión Europea a través del 6º Programa Marco.
El objetivo de este concurso, en el que participaron diferentes equipos europeos, fue obtener propuestas de alto nivel arquitectónico sobre nuevos tipos edificatorios -en el ámbito de la climatología y la cultura mediterráneos-, con aplicación de sistemas constructivos industrializados, abiertos y sostenibles, de tal modo que las ideas seleccionadas constituyesen el punto de partida conceptual para el edificio que la EMVS tenía previsto realizar en Madrid como demostrador de la investigación.
La propuesta pretende superar las inercias que tradicionalmente han lastrado a la construcción en España. Este modelo ha estado determinado últimamente por un cómodo desarrollo cuantitativo fundado en la promoción inmobiliaria oportunista, con el resultado de que nuestro modo de crecer ha sido el más insostenible de la Unión Europea. Sin embargo, lo más preocupante es que junto a esta situación coyuntural pervive el problema –ya crónico- de la falta de especialización del sector, dependiente en exceso de una mano de obra poco cualificada, de tal manera que resulta casi imposible consolidar cualquier cultura de la innovación.