El concurso convocado por el IMS en 2004 preveía un edificio con una planta en forma de L y una crujía profunda. La geometría impedía cualquier disposición que quisiera trabajar con el clima de una forma favorable: la crujía profunda obligaba a trabajar con viviendas no pasantes y la disposición en L generaba sombras autoarrojadas. Sólo el 15% de las viviendas tendría una orientación adecuada y el 5% la posibilidad de ventilarse de manera cruzada.
Se planteó reducir la crujía permitiendo que todas las viviendas fueran pasantes y se modificó la forma del edificio para integrar el edificio dentro de la coherencia urbana y aprovechar de manera rigurosa y sencilla el gran potencial energético de la orientación Sur.
Por su forma, el Hemiciclo Solar sigue al sol. La envolvente se concibe como un gran captador solar durante el invierno y un inmenso umbráculo en verano. La solución constructiva de la envolvente permite disposiciones flexibles, diferentes niveles de apertura u ocultación.