Como un faro en la noche, como una linterna mágica, la transparencia surgida de una nueva torre de madera se posa sobre la historia de la vieja casona de la calle Recoletas de Gijón. De esta mantenemos su primera crujía por sus valores arquitectónicos, urbanos y decorativos en el interior, así como su adecuación a cualquier nueva distribución.
Mantenemos el muro perimetral de la planta baja que resuelve con sus gruesas paredes lasdiferencias topográficas del lugar con magnífica precisión y acierto. Es el basamento fundacional que, conceptual y constructivamente, establece su localización en el tiempo y en el espacio.