Adelfas 98 nace, desde los primeros bocetos, con las premisas de cumplir con los máximos criterios de sostenibilidad mediante la aplicación de estrategias que configuran la arquitectura pasiva de este edificio.
La libertad emanada desde la normativa para realizar la implantación, lleva a analizar la parcela bajo criterios de optimización energética para definir la volumetría óptima, garantizando el máximo de viviendas pasantes con una iluminación natural adecuada.
Se divide el bloque en dos pastillas, generando alineaciones a los linderos más largos, creando una grieta interior de luz y garantizando que todas las viviendas sean pasantes con orientación norte-sur. Estas estrategias de sostenibilidad se basan por un lado en el estudio del ´factor de forma´ del volumen para que sea el que mejor aproveche las condiciones climáticas del lugar y su relación con el entorno, en el ‘aislamiento continuo’ que englobe toda la envolvente para evitar los puentes térmicos y la ‘captación solar’, aumentando con esa rotura del volumen en dos piezas la superficie de la fachada que reciba radiación solar directa. Se realiza por otro lado una ‘diferenciación de fachadas’ entre la composición de la envolvente exterior de la pieza, resuelta con fachada ventilada con 10 cm de aislamiento de lana de roca, donde predomina el hueco vertical, y la envolvente interior, realizada en SATE de LR con 14cm de espesor. En esta predomina el hueco horizontal de manera que se mantienen las visuales desde el interior a los espacios verdes exteriores que rodean el edificio.